viernes, 9 de septiembre de 2011

Canción del político-comerciante

Desde que comenzara la crisis, parece ser que la sociedad en general ha tomado cierta conciencia de los problemas que acarrea la macroeconomía y la globalización a lo que entendemos por economía doméstica.

Mientras que el debate, en estos momentos, está instalado en que gastos son prescindibles para las administraciones o en que servicios se va a meter la tijera para que las Administraciones no tengan déficit (de la famosa reforma Constitucional comentaré algo otro día). Yo sigo pensando que los problemas tienen una raíz y para conocer el porqué de estos problemas debemos entender donde nacen o donde comienzan a gestarse esos problemas.

Por ello he querido recordar en estas líneas la Canción del comerciante que el poeta y escritor alemán, Bertold Brecht, realizó en 1930. 


Canción del comerciante:

Río abajo hay arroz,
río arriba la gente necesita el arroz.
Si lo guardamos en los silos,
más caro les saldrá luego el arroz.
Los que arrastran las barcas recibirán aún menos.
Y tanto más barato será para mí.
Pero ¿qué es el arroz realmente?

¡Yo qué sé lo que es el arroz!
¡Yo qué sé quién lo sabrá!
Yo no sé lo que es el arroz.
No sé más que su precio.

Se acerca el invierno, la gente necesita ropa.
Es preciso, pues, comprar algodón
y no darle salida.
Cuando el frío llegue, encarecerán los vestidos.
Las hilanderías pagan jornales excesivos.
En fin, que hay demasiado algodón.
Pero ¿qué es realmente el algodón?

¡Yo qué sé lo que es el algodón!
¡Yo qué sé quién lo sabrá!
Yo no sé lo que es el algodón.
No sé más que su precio.

El hombre necesita abundante comida
y ello hace que el hombre salga más caro.
Para hacer alimentos se necesitan hombres.
Los cocineros abaratan la comida,
pero la ponen cara los mismos que la comen.
En fin, son demasiado escasos los hombres.
Pero ¿qué es realmente un hombre?

¡Yo qué sé lo que es un hombre!
¡Yo qué sé quién lo sabrá!
Yo no sé lo que es un hombre.
No sé más que su precio.



Este poema sintetiza a la perfección algunas de mis ideas sobre la economía capitalista, que como ya dijera Marx, en su obra El Capital, domina y controla la sociedad, y por tanto, la política.

Porque la relación entre economía y política es muy estrecha, casi parejas. Y en nuestro país van de la mano, tan solo hay que echar un vistazo a las decisiones que en materia económica han planteado los diferentes gobiernos de turno para darnos cuenta de que los mismos que mueve los hilos de la economía son los mismos que controlan la política. En definitiva: los mercados (esos entes etéreos, a los que no quieren poner nombres y apellidos). 

Además, ahora que conocemos la declaración de bienes e intereses de los diputados, comprobamos como algunos poseen fondos de inversión, propiedades inmobiliarias, e incluso compatibilizan el ejercicio de diputado con la pertenencia a varios consejos de administración de empresas privadas... Lo que me hace sospechar, que muchos de los diputados, que algún día no dudo que tuvieran ideales, en lugar de representar a los españoles (pueblo soberano que los ha elegido) representan sus propios intereses y el de la mano que les da de comer.

Por ello, como dice este poema "del hombre no sé más que su precio".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...