jueves, 20 de noviembre de 2014

Renta Básica y otras variantes

Últimamente se habla mucho de la Renta Básica, incluso los debate televisivos, en algunas ocasiones, se han centrado en analizar y diseccionar esta propuesta política que no es novedosa en nuestro país puesto que en 2007 ya se debatieron en el Congreso dos propuesta presentadas por IU y ERC para ponerla en marcha, siendo rechazadas por PSOE, PP, CiU y PNV.

Pero ¿sabemos realmente qué es la Renta Básica?

La Renta Básica o Renta Básica Universal consiste en garantizar unos ingresos a cada miembro de la sociedad para satisfacer sus necesidades básicas, independientemente de su condición o nivel de renta.

La Red Renta Básica nos ofrece una definición más completa: "una renta modesta pero suficiente para cubrir las necesidades básicas de la vida a pagar a cada miembro de la sociedad como un derecho, financiado por impuestos o por otros medios y no sujetos a otra condición que la de ciudadanía o residencia. La Renta Básica debería estar garantizada y pagarse a todos a título individual, independientemente de sus otras posibles fuentes de renta, ni si trabajan o no y de con quien convivan".

Con esta definición podemos extraer cuatro características:
Imagen libre extraida de www.freeimages.com

- Universalidad, se otorga a "cada miembro de la sociedad".
- Se configura como un Derecho individual.
- Incondicional, es decir, sin condiciones de ningún tipo.
- Suficiente, dado que debe satisfacer las necesidades básicas.

En definitiva la Renta Básica trata de garantizar una vida digna a todas las personas, por tanto uno de sus objetivos principales es erradicar la pobreza.

Otras variantes:

Existen otras propuestas, con notables diferencias entre sí. Pero que tienen un denominador común basado en reducir y prevenir la pobreza derivada del desempleo y la precariedad, y por consiguiente se conciben como una herramienta para combatir la exclusión social.

Una de esas variantes serían las Rentas o Prestaciones Condicionadas, con este término trato de agrupar aquellas medidas que cumplen parcialmente las características enunciadas antes. Consisten en otorgan un subsidio para satisfacer necesidades básicas pero carecen de universalidad ya que se dirigen a colectivos o personas con dificultades económicas. Además, requieren el cumplimiento de una serie de condiciones para poder acceder a esta prestación, y se conceden por tiempo determinado, ya sea por un periodo máximo establecido o bien por la variación de las condiciones personales y familiares. Finalmente añadir que algunas de estas prestaciones quizás ni tan siquiera lleguen a ser suficientes para poder hacer frente a las necesidades básicas.

La Renta Básica Extremeña de Inserción es un ejemplo de esta variante que, sin entrar a valorar ni a realizar un análisis exhaustivo de dicha medida, se acerca más a un salario social que a una verdadera Renta Básica.

Otra modalidad defendidas por muchos economistas es la Renta Básica en Especie, su principal característica radica en que no supone un ingreso fijo. En su lugar se garantizaría el acceso a una vivienda, luz, agua, calefacción, transporte, alimentación, sanidad, educación… de forma que comportarían una renta básica universal garantizada y profundizaría en el bienestar de toda la ciudadanía al cubrir las necesidades básicas.

La última de las variantes sería el llamado Impuesto Negativo sobre la Renta (INR), consisten en que el Estado establece unos ingresos mínimos para toda la población y en caso de no llegar a ese mínimo, el Estado a través del Impuesto sobre la renta devolverá o pagará a cada ciudadano la cuantía resultante para alcanzar dicho nivel de ingresos.

Esta última medida defendida por los liberales, supondría la eliminación de un Salario Mínimo Interprofesional y disminuirían los servicios públicos, y por ende, el Estado del bienestar, ya que los ciudadanos al disponer de dinero tendrían que adquirir estos bienes y servicios en el mercado.

Tanto la Renta Básica como las variantes o modalidades expuestas suscitan un debate interesante pero debemos situar la Renta Básica -sin lugar a dudas- como la más ambiciosa de todas, sobre todo porque con la denominación de Renta Básica encontramos diferentes fórmulas de prestaciones que en muchas ocasiones tergiversan su significado real.

El debate está servido y cualquiera de estas medidas u otras que estén destinadas a erradicar la exclusión social conllevan, necesariamente, un cambio de modelo del Estado del Bienestar actual, encaminado a una mejor redistribución de la riqueza para superar las desigualdades.

Bibliografía: 

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