Hoy se nos ha ido un compañero y sobre todo un amigo, Miguel García, presidente de la Coordinadora de inquilinos de las Viviendas Municipales de El Puerto de Santa María.
Conocí a Miguel hace alrededor de cuatro años, son muchos los recuerdos que pasan por mi cabeza, y una amarga sensación la que tengo en estos momentos.
Podría decir muchas cosas, contar alguna anécdota, recordar algunas de las cosas que me dijo en aquellas charlas que mantuvimos casi a diario durante mucho tiempo, pero lo único que realmente me sale es darte las gracias.
Gracias por enseñarme con tu ejemplo el verdadero significado de palabras como constancia o perseverancia, y sobre todo por haber tenido la oportunidad de conocerte, por haber podido ser testigo de esa fuerza y esa pasión que ponías a la hora de defender a los vecinos de las viviendas municipales. Y eso -a pesar de que me muchas veces me dijeras que no habías estudiado- no lo enseñan en ningún instituto ni universidad.
A sus familiares y amigos sólo puedo decirles aquello que cantaba el venezolano Ali Primera: "Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos".
Hasta siempre compañero, que la tierra te sea leve.
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