Apostar por un turismo diferente es el futuro

 

Nos encontramos a finales del mes de julio y aunque pudiera parecer precipitado, creo que a nadie se le escapa a estas alturas de la temporada veraniega que se pueda llegar a una conclusión simple, pero que empieza a ser preocupante: El Puerto ha cambiado su modelo turístico.

Tradicionalmente nuestra ciudad atraía un turismo familiar, de estancias largas (semanas y quincenas) que ha dado paso a un turismo de estancias cortas o de fin de semana, que atrae a un público joven en busca de diversión rápida y eventos puntuales.

Este cambio de modelo ya se está dejando notar, tal y como se ha publicado recientemente en un medio de comunicación. En particular, se traduce en una disminución del consumo tanto en el pequeño comercio como en parte del sector hostelero.

 

Logotipo turístico diseñado por JVPLANNET, elegido por votación popular en diciembre de 2015

Otra noticia aparecida en los medios de comunicación que, sin lugar a dudas, está vinculada al modelo turístico que se desea para la ciudad en el futuro es la salida a subasta de una finca de titularidad municipal en la Sierra de San Cristóbal, que alberga varias cuevas-cantera. Esta operación pone en riesgo la conservación de nuestro patrimonio, lo que supone una pérdida de autenticidad y merma nuestra capacidad de diferenciarnos frente a otros destinos que sí apuestan por su patrimonio.

Sin querer caer en el alarmismo ni en una visión apocalíptica, pero reconociendo que esta tendencia ya se está notando, como cualquier portuense puede comprobar. Se está a tiempo de dar un giro a la situación y trabajar de manera decidida para fomentar un modelo diferente, apostando por la calidad, la desestacionalización y ofreciendo una amplia variedad de propuestas atractivas, yendo más allá del simple ocio nocturno o turismo express asociado a fiestas y despedidas de soltero.

Queda trabajo por hacer, pero El Puerto cuenta con mimbres suficientes. Un patrimonio cultural e histórico único, reflejado en el yacimiento de Doña Blanca, el Castillo de San Marcos o la Fundación Rafael Alberti, entre otros. Maridado con los caldos de nuestras bodegas y una oferta gastronómica variada a potenciar durante todo el año para atraer a distintos perfiles de visitantes.