Cuando escucho hablar de la Cadena Perpetua, en primer lugar siento repulsión por los políticos que la utilizan en campaña electoral, y seguidamente me acuerdo de la famosa película protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman.
A raíz de la famosa convención programática del PP del pasado fin de semana, en la que lo único que se ha anunciado ha sido que, en caso de que el PP gane las elecciones y Rajoy sea presidente, se va a implantar la cadena perpetua en nuestro país.
Resulta cuanto menos paradójico que en nuestro país tengamos una de las tasas más altas de población reclusa de Europa y unos de los índices de criminalidad más bajos, incluidos los delitos más graves (violación, asesinato, secuestro...). Pueden contrastarse esto datos en el Estado comparativo de la situación de la delincuencia Europa-España, publicado en la web de la guardia civil.
Este mayor índice de reclusos en España que la media europea se debe, en gran parte, a las modificaciones introducidas en el Código Penal en 2003, que hicieron que nuestra legislación pasara a ser una de las más dura de la Unión Europea.
Pero entrando en profundidad en la propuesta del PP de implantar la Cadena Perpetua, otro dato curioso y a tener en cuenta es que si nos comparamos con Francia o Alemania, donde si contemplan la cadena perpetua en su legislación penal, un preso es condenado a cumplir una pena íntegra de 30 años, mientras que en nuestro país, un preso puede llegar a cumplir 40 años de prisión, y ello, sin que en nuestra legislación se contemple la cadena perpetua, por lo que tenemos una cadena perpetua encubierta.
Por tanto, la propuesta del Partido Popular me parece absurda, en primer lugar porque en España actualmente se cumplen pena mayores y no sería necesario implantar algo que la actual legislación supera. Y por otro lado, considero que no por el hecho de imponer penas más altas esto va a tener un efecto intimidatorio en las personas dispuestas a delinquir.
El debate debería enfocarse desde otra perspectiva, siendo partidario de que se elaboren políticas preventivas en lugar que aplicar penas o figuras legales más duras, puesto que éstas se han demostrado ineficaces si su función es la de persuadir.
Mi conclusión es que el Partido Popular aprovecha el desconocimiento de la mayoría de la población con respecto a este tema y por tanto, utiliza un discurso simplista y sin contenido, pero que estimarán que les dará un buen rédito electoral.