martes, 11 de septiembre de 2012

Salvador Allende

Salvador Allende Gossens, Presidente de Chile (1970-1973)
Hoy hace 39 años del fallecimiento de Salvador Allende Gossens, Presidente de la República de Chile que tomó posesión el 4 de noviembre de 1970 y fue asesinado como consecuencia del golpe de estado encabezado por Pinochet el 11 de septiembre de 1973.

Allende llegó al poder encabezando una amplia coalición de partidos políticos y fuerzas sociales, que elaboraron conjuntamente el programa de gobierno de la Unidad Popular, integrado por: Partido Radical, Partido Socialista, Partido Comunista, Movimiento de Acción Popular Unitario, Partido Social Demócrata,  Acción Popular Independiente, Izquierda Cristiana, MAPU Obrero y Campesinoestasy apoyado por la CUT (Central Única de Trabajadores).

Su gobierno impulsó importantes reformas sociales, la nacionalización de la minería del cobre, la aceleración de la reforam agraria, etcétera. Fruto de estas reformas, Richard Nixon promovió un boicot contra el gobierno de Allende negándole créditos externos y la petición de un embargo al cobre chileno.

Salvador Allende dejó un legado muy enriquecedor, sus discursos y sus palabras permanecen vivas, a pesar del paso de los años. Entre muchos de sus discursos, me gustaría destacar el pronunciado ante el Congreso de la República el 21 de mayo de 1971, conocido como "La vía chilena al socialismo"del que he extraido los siguientes fragmentos:

"Nuestra primera tarea es deshacer esta estructura constructiva que sólo genera un crecimiento deformado. Pero simultáneamente es preciso edificar la nueva economía, de modo que suceda a la otra sin solución de continuidad, edificarla conservando al máximo la capacidad productiva y técnica que conseguimos pese a las vicisitudes del subdesarrollo, edificarla sin crisis artificiales elaboradas por los que verán proscritos sus  arcaicos privilegios".

Discurso ante trabajadores de la minería
"Nuestro camino es instaurar las libertades sociales mediante el ejercicio de las libertades políticas, lo que requiere como base establecer la igualdad económica. Este es el camino que el pueblo se ha trazado, porque reconoce que la transformación revolucionaria de un sistema social exige secuencias intermedias. Una revolución simplemente política puede consumarse en pocas semanas. Una revolución social y económica exige años. Los indispensables para penetrar en la conciencia de las masas. Para organizar las nuevas estructuras, hacerlas operantes y ajustarlas a las otras. Imaginar que se pueden saltar las fases intermedias es utópico. No es posible destruir una estructura social y económica, una institución social preexistente, sin antes haber desarrollado mínimamente la de reemplazo. Si no se reconoce esta exigencia natural del cambio histórico, la realidad se encargará de recordarla".
Sello de la antigua RDA editado como homenaje

Otro de sus mejores discursos lo realizó en diciembre de 1972 en la Universidad de Guadalajara (México), dejando una importante ciata a destacar:

"Un obrero sin trabajo, no importa que sea o no sea marxista, no importa que sea o no sea cristiano, no importa que no tenga ideología política, es un hombre que tiene derecho al trabajo y debemos dárselo nosotros".

Son inumerables las citas y fragmentos de sus discursos que se podrían destacar y analizar, pero para finalizar este artículo de homenaje que mejor que con las que fueron sus últimas palabras:
"La historia es nuestra y la hacen los pueblos".
"¡Trabajadores de mi Patria!: Tengo fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile! , ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!".
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